* Negocia las ocupaciones con los niños. Hay que comprender que las rutinas son un plan flexible y no unas normas rígidas.
* Acompaña a los pequeños en las primeras semanas de rutinas; de esta manera, ellos sentirán seguridad.
* Entiende que la rutina impera sobre el llanto del pequeño. Cumple el horario de los hábitos. De esta forma se crea la disciplina en el pequeño.
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